“¿Cómo es tu proceso creativo?”, “¿cuánto tiempo de edición acarrea un proyecto de esta envergadura?” Este viernes alumnos de la escuela MADPhoto acudieron a Abierto Espacio Cultural para encontrarse con el artista Alfonso Batalla (Madrid, 1958), para charlar con él a propósito de las fotografías de su exposición Post Production Life.
Tras una visitada en la que pudieron detenerse y contemplar las imágenes impresas en aluminio, los retratos de edificios congelados en el tiempo de Pyramiden (Noruega) y de habitaciones vacías por dos décadas, codo a codo con quien las capturó con su objetivo, todos se congregaron para escuchar a Batalla y departir. Primero contó el artista las dificultades que entrañaron los dos viajes a la latitud del archipiélago de Svalbard, a una ciudad casi siempre inaccesible por el hielo, donde de noche no llega a ponerse el sol. “De día las sombras eran muy densas, enormes y muy firmes; salíamos a fotografiar durante las horas nocturnas –noche ártica- porque ocurría lo contrario: no había sombras; y el efecto era per se interesante, inquietante”. Después de desgranar los detalles documentales del proyecto, las anécdotas de la expedición, la motivación que le llevó hasta allá, la idea que manifestó Batalla de que con esta exposición da por concluido un ciclo, la charla transcurrió analizando desde cuestiones técnicas a cómo construyó Batalla su lenguaje fotográfico y su poética. “Ocurre que tras mucho tiempo de esfuerzo terminas fotografiando cosas muy distintas que sin embargo son reconociblemente tuyas”. Alfonso Batalla confesó que solo cuando se halla bloqueado recurre a técnicas de excitación de la creatividad, que normalmente es capaz de perseguir a tientas lo que busca, aunque a veces, cuando revisa todo el material compilado, resulte que lo que encuentre sea distinto de lo que creyó en principio. “Siempre hago un prólogo y un epílogo para los proyectos con ambas nociones”. “Para nosotros es un privilegio poder escuchar a un artista que habla así, tan cercano”, manifestó Elisa González, profesora de MADPhoto, que celebró la iniciativa por lo que a la contemplación de la obra de arte añade poder conocer de primera mano qué pensó el autor mientras la elaboraba, qué dudas tuvo, qué elecciones tomó. Post Production Life puede visitarse hasta el 9 de febrero en Abierto Espacio Cultural, en la calle General Arrando 14 (Madrid). La compilación de más de 100 imágenes incluye la muestra que Abierto Espacio Cultural acoge hasta principios de febreroEste jueves Abierto Espacio Cultural acogió a la multitud que quiso acompañar a Alfonso Batalla a los 80º de latitud norte de Pyramiden durante la presentación de su libro Post Production Life. La obra, además de los textos de su comisario, Javier González de Durana, y de las reflexiones del artista, recoge más de un centenar de imágenes de la ciudad minera abandonada desde 1998, una veintena de las cuales siguen expuestas hasta principios de febrero en los muros de la sede de la Fundación Iberoamérica Europa en General Arrando 14 (Madrid).
Dejaron todo como si fueran a volver al día siguiente. Café servido en tazas heladas, los lomos de los libros ordenados en la biblioteca. Esa impresión le dio al escritor noruego Kjasrtan Fløgstad cuando visitó Pyramiden, ciudad minúscula en el archipiélago de Svalbard, en el Círculo polar ártico. Y parecidas trazas rastrea la fotografía del enorme artista Alfonso Batalla, que en dos viajes se desplazó a ese inhóspito norte del norte para congelar con su cámara edificios deshabitados, habitaciones vacías concebidas bajo el paradigma igualitarista soviético y cuyos pobladores, sin embargo, con media docenas de papeles pintados distintos consiguieron singularizar y llenar de alma. Dejaron impresa una huella que permanece cuando ya no están ellos. Eso retrata Batalla. Pyramiden se erigió de la nada para dar cobijo a quienes extraían carbón de sus minas y, de alguna forma, llegó a convertirse en uno de los destinos más deseados para trabajadores cualificados. Durante gran parte del año un rompehielos debía abrir camino para el transporte de la antracita, en cuanto colapsó la URSS el modus vivendi de la ciudad dejó de ser económicamente viable. Y todo el mundo se marchó. Señala Batalla que los edificios de Pyramiden son “virtualmente clones unos de otros. Dormitorios con idéntica distribución, mismos pasillos y zonas comunes, escaleras iguales”. También el mobiliario es homogéneo, paredes forradas parecidamente, suelos plásticos que imitan materiales nobles. “He bautizado a este trabajo Post Production Life en una alusión a la vida de esta ciudad después de la extracción minera y con un guiño al término postproducción, un barbarismo contemporáneo que ha sustituido al clásico revelado o procesado y que nos dirige a los propios elementos de la producción y terminología fotográficos”, explica Batalla. Debido a su éxito, la exposición del fotógrafo, presente en distintas ediciones de ferias como ARCO, la Bienal de Venecia de Arquitectura, un habitual de PhotoEspaña, se prolongará en Abierto Espacio Cultural más allá de su clausura inicial prevista para el 29 de enero. Podrá visitarse gratuitamente hasta en torno al 9 de febrero. |
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Junio 2021
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