Las nuevas tecnologías ejercen un impacto positivo en la calidad de vida de quienes no tienen un trabajo actualmente, tanto por lo que se refiere a su estado psicológico como a su entorno familiar. Sin embargo, ésta no es la única ventaja: al mismo tiempo, también ponen al alcance de los desempleados recursos y redes sociales que pueden ayudarles a regresar o acceder por primera vez al mercado laboral. La tecnología puede llevar a la exclusión cuando no se aplica el concepto de accesibilidad. En una Sociedad de la Información y del Conocimiento realmente desarrollada es fundamental que todas las personas que la integran, independientemente de su nacionalidad, edad, capacidades físicas o psíquicas, tengan acceso a las mismas oportunidades. Más allá de generar nuevas barreras, las TIC han de servir como herramienta de integración para las personas. Así se habla de la existencia de la brecha digital ante la fuerte desigualdad que surge en las sociedades por la diferencia entre los que acceden a las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) e incorporan su uso en la vida cotidiana, y aquéllos que no pueden o no saben acceder. Los comentarios están cerrados.
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Junio 2021
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