Ángeles, sobre ser humanos y divinos
Una recopilación de varias series dedicadas a la profundización y exaltación de la frecuencia del amor... A todo aquello que nos ilumina, nos acompaña, nos mueve desde la energía lumínica que nos permitimos emitir cuando decidimos vibrar alto.
Estas series nacen de la profunda conexión espiritual que existe entre esa luz magnificente llamada Universo y yo. De la relación causa efecto entre su magia, sus señales, su presencia y mi sentido de pertenencia a lo etéreo, invisible, expansivo y alta consciencia. Lo que no se puede ver pero se puede sentir, lo inmaterial que me llena de sentido vital…
Somos Cuerpo y Espíritu … Somos Humanos y Divinos.
Es un gran alivio para el alma recordar que somos seres divinos envueltos en una piel humana con el sagrado objetivo de convertirnos en seres huma-nos completamente realizados. Esa alegría y ese intenso sentido de significado sagrado se convierten en la experiencia paradójica de nuestra vida.
El espíritu es el principio animado, el aliento de vida, es la energía o la fuerza de la creación. No tiene forma, no es específico, es plenitud abstracta… Es lo impersonal, la fuerza creativa, el movimiento. Es colectivo.
El cuerpo es espíritu concretizado, vida, agua, creación y manifestación material de la luz. Los físicos subatómicos sostienen que el centro de todo átomo humano es la luz. Y eso es lo que yo entiendo como nuestra naturaleza divina: “Somos luz”, porque venimos de la luz y la contenemos en nuestras células. Nacemos de una chispa energética lumínica y como tal nos expandimos. Y la luz es lo que define al amor y le da sentido a la existencia del ángel. Y un ángel no es una especie concreta de ser. Un ángel lo es, por su decisión de serlo.
Estas series nacen de la profunda conexión espiritual que existe entre esa luz magnificente llamada Universo y yo. De la relación causa efecto entre su magia, sus señales, su presencia y mi sentido de pertenencia a lo etéreo, invisible, expansivo y alta consciencia. Lo que no se puede ver pero se puede sentir, lo inmaterial que me llena de sentido vital…
Somos Cuerpo y Espíritu … Somos Humanos y Divinos.
Es un gran alivio para el alma recordar que somos seres divinos envueltos en una piel humana con el sagrado objetivo de convertirnos en seres huma-nos completamente realizados. Esa alegría y ese intenso sentido de significado sagrado se convierten en la experiencia paradójica de nuestra vida.
El espíritu es el principio animado, el aliento de vida, es la energía o la fuerza de la creación. No tiene forma, no es específico, es plenitud abstracta… Es lo impersonal, la fuerza creativa, el movimiento. Es colectivo.
El cuerpo es espíritu concretizado, vida, agua, creación y manifestación material de la luz. Los físicos subatómicos sostienen que el centro de todo átomo humano es la luz. Y eso es lo que yo entiendo como nuestra naturaleza divina: “Somos luz”, porque venimos de la luz y la contenemos en nuestras células. Nacemos de una chispa energética lumínica y como tal nos expandimos. Y la luz es lo que define al amor y le da sentido a la existencia del ángel. Y un ángel no es una especie concreta de ser. Un ángel lo es, por su decisión de serlo.

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