Nacida en 1984, esta artista madrileña comienza sus estudios de Bellas Artes en la Universidad Complutense de Madrid, optando por finalizarlos y realizar su especialización en la Universidad Francisco de Vitoria de Madrid. Su motivación por conocer y crecer como artista la llevan a complementar su formación universitaria con cursos en prestigiosas instituciones en el extranjero, concretamente en el Central Saints Martins College de Londres y en The Arts Student League de Nueva York. Su interés por la figura femenina, uniéndose al diseño y la ilustración han hecho que sean el eje central de las numerosas exposiciones donde se ha presentado su obra, de forma tanto individual como colectiva. Presentando en espacios como el palacio de Exposiciones y Congresos Juan Carlos I de Madrid, “ARTARTE”, “SPRINGTOWN ART COLLECTION”, La Feria de Arte Independiente de Madrid (FAIM), la “COW PARADE” de 2009, siendo su obra la mayor pujada de la edición en Madrid, y más recientemente en las MENINAS MADRID GALLERY de 2018.
Catálogo
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Ladies & Stripes reúne una cuidada selección de la obra de Begoña Fernández-Castaño, que refleja de forma clara su aptitud multidisciplinar y la creatividad que emana de ella como artista. Desde obras que beben claramente del diseño de moda y cartelería, ámbito en el que cuenta con experiencia a través de colaboraciones con marcas como Benefit y Cointreau, a el color block de sus Pink room y Blue room, pasando por sus retratos caninos a la tinta y grafito. |
CREANDO
Toco mi pelo. Mi cabeza le susurra algo a mi mano. Mi mano complace a mi cabeza intentando dibujar esas líneas, haciendo trazos, creando colores, salpicando pintura, jugando con esmaltes o superponiendo collages.
Tengo dos estilos – por lo menos – uno en el que la línea es la única insinuación comprometida y otro más fluido e inmediato, incluso distorsionado. Me complacen ambos y algunas veces emergen. Un encuentro. Mi técnica es no tener técnica… todos tenemos aprendida la lección, solo ha de fluir.
Alternativamente puedo comunicar agresión y vulnerabilidad, la ambigüedad entre la abstracción y la representación alterada, espontánea, impredecible y jovial…otras veces todo es solo blanco y negro, ¿he ahí el equilibrio?
Debería haber sido actriz, música, bailarina, cantante, empresaria, jockey, restauradora, piloto…el problema es que me encanta pintar, pinturas basadas en lo que veo y en lo que siento, o en lo que creo o quiero ver, oír o imaginar.
Creo que nada me produce más satisfacción que sonreír hacia un cuadro – cuando el miedo, la insatisfacción, el agobio y la pena de la existencia se convierten en un placer gracias al proceso y al fluir de la creación de una nueva pieza, sonrío.
El arte es grandioso en el sentido que nadie ha de decirte que es lo que debes hacer – es tu movida, es tu alma, tu idea más brillante. Lo más libre y disfrutable, y eso es lo que más miedo da, la culpa hacia el potencial que pueden llegar a tener los trabajos mal producidos.
Yo misma, estoy llena de dudas. Dudo poder ver mi propio trabajo, no respondo a él, y tampoco contesto a las preguntas que me plantea, no puedo. Me gustan todas las piezas que creo pero no sé cómo se ven. Evidentemente veo y siento el pintar como lo potencialmente enriquecedor que es. Es mío y ya no lo es. La simplicidad, la claridad y la lógica de la
arquitectura industrial, el diseño y la locura del diseño de moda como el arte de la seducción son una gran influencia en mí.
Es el primitivo poder de representación, de arte e identidad- la historia de nuestras vidas- ha sido contada.
Begoña Fernández-Castaño, mayo 2019.